Qué infraestructura de un determinado medio de transporte es la que predomina en 12 ciudades del mundo, entre ellas tres latinoamericanas, es lo que se puede observar en esta serie de mapas elaborados por el centro de estudios urbanos LSE Cities, dependiente de la Escuela de Economía y Ciencia Política de la Universidad de Londres.
Según el centro, “la infraestructura de transporte es un factor crítico de la forma urbana”, una afirmación que sostiene en que en gran medida determina la densidad o expansión de una ciudad junto con la ubicación de la población y la centralización de las funciones económicas.
Producto de esto, las áreas urbanas en donde se construyen los sistemas de buses, metro y trenes terminan por influir en la accesibilidad que tienen los habitantes al transporte público y en la ocupación del espacio público.
Tomando esto como referencia y evaluando cómo es la red de transporte en las ciudades analizadas (Berlín, Bombay, Ciudad de México, Delhi, Estambul, Hong Kong, Johannesburgo, Londres, Nueva York, Río de Janeiro, Sao Paulo y Shanghai), es posible distinguir qué tan eficiente es un determinado sistema de transporte en una ciudad.
Por ejemplo, al comparar las redes de buses públicos, metro y trenes de Londres (Reino Unido) y Nueva York (Estados Unidos), que destacan entre las demás ciudades por su extensión, el centro sostiene que esto lo hace tener mejores niveles de accesibilidad.
De hecho, si solo se toma en cuenta la red de metro de cada una, es posible reconocer cómo benefician la movilidad sustentable de los ciudadanos, ya que solo el de Londres cuenta con 11 líneas y 270 estaciones que ofrecen una cobertura de 402 kilómetros, mientras que el de Nueva York tiene 24 líneas, 468 estaciones y 1.062 kilómetros de vías.
Otro punto que incide en la eficiencia de un sistema de transporte público, de acuerdo a LSE Cities, es si se construye en relación con la geografía de una ciudad.Respecto a esto, el centro aborda lo que ocurre en Bombay, Estambul y Hong Kong, que considera que están limitados por características geográficas, pero que aún así han desarrollado un sistema de transporte público asequible y eficiente para el contexto local, sin dejar de lado lo que todavía falta por resolver.
En contraste a esto, lo que ocurre en Ciudad de México y Sao Paulo, según el centro, es que si bien poseen sistemas de transporte que se considera que no están limitados geográficamente, aún no han sido capaces de absorber una demanda de público mayor, lo que termina por ocasionar que ambas ciudades aún sean consideradas como que están dominadas por el transporte privado, principalmente por los automóviles y los taxis, además de medios informales, como los mini buses.
La cobertura de la infraestructura de transporte claramente influye en cómo se desplazan las personas por su ciudad y refleja la oferta pública que existe al respecto, el desarrollo económico local y la forma urbana.
En este sentido, es posible afirmar que las ciudades que tienen una mayor cobertura de transporte público cuentan con mejores tasas de movilidad sustentable. Esto es un hecho que se refleja en Nueva York, ciudad que tiene uno de los sistemas de metro más extensos del mundo, y que posee una tasa de desplazamientos al trabajo en metro de un 40%, siendo la más alta entre las ciudades estudiadas.
Una situación parecida es la que pasa en Hong Kong y Londres, en donde el transporte público está presente entre un 40% y 50% de los viajes que se hacen a los lugares de trabajos.
La movilidad sustentable está también muy presente en aquellas ciudades que durante las últimas décadas han empezado a expandir la cobertura de sus sistemas de transporte público. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en Bombay, Estambul y Hong Kong, en donde las caminatas son el modo que predominan en los viajes hacia los trabajos y que representan más del 40% de los viajes de este tipo.
En la siguiente galería puedes ver la cobertura de los sistemas de transporte público en las 12 ciudades analizadas.